lunes, 30 de julio de 2012

Música para comer calzones.


"Moonglow" (Will Hudson, 1933) es un tema que siempre me produce una inquietante sensación de estar entre las nubes. Casualmente (?), el canadiense Howard Shore decidió colocarla en la BSO de The Aviator (Martin Scorsese, 2004) de forma muy acertada.
La versión de Benny Goodman es fascinante:

Pero lo verdaderamente inquietante es esto... ¿qué diablos..?
 

¡Calzonazos!


El Diccionario de la RAE, los entiende como "...hombres de carácter débil y condescendiente." ¡Nada más lejos de la realidad, en este caso! Bueno, quizás en algún sentido. 
Lo que paso a presentar acá es lo que mucha gente llama Calzone. Esto, no deja de ser una empanada gigante, tamaño familiar. En este caso, es de atún y sardina. El aspecto general es básicamente el de una empanada:


Compárese el tamaño con el celular
 
Y su contenido también es similar. Una fritadilla de cebolla con morrón, al que se le suma atún, sardina y huevo duro: 
El huevo hierve. Muchas veces.
 
Según pude ver en algunas recetas encontradas en la red, la masa parece originalmente ser de pizza. Pero en este caso, y como soy un pedazo de anarquista culinario, le encajé masa de empanada. ¿Problem? Bueno, en realidad es bastante sui generis todo esto, porque parece que también lleva queso. Pero queso y pescado es un binomio que no me cierra, no.
Y hablando de cerrar, acá está abierto y en proceso de llenado: 

Maldición. También, parece que mucha gente entiende que esto es una pizza cerrada y le pone salsa de tomate. Bueno, pongámosle tomate, además.
 
Y tomate fresco, ojo. Nada de porquerías de caja.
 
Hablando de todo un poco, me di cuenta de qué poco imaginativo es el ser humano en torno a lo culinario: la comida internacional parece regirse por una serie de modelos arquetípicos. Cosas rellenas de masa, a guisa de empanadas, o masas fritas como buñuelos pueden encontrarse en la mayor parte de las culturas. ¿Será falta de imaginación o modelos petrificados por esquemas culturales? ¿Influencia de los extraterrestres, à la Däniken?
 
Y bien. Ahora resta meterlo en el horno..

Mientras se hace, leamos:

http://www.cocina.org/02-02-2010/recetario/recetas-de-pizza-calzone-de-pescado-aceitunas-y-queso

¡Jajaja...! Aceitunas, cómo no. Odio las aceitunas. Las odio.

Y acá está el resultado:
Pálido, la verdad. 
Y por supuesto: el ataque final!











sábado, 21 de julio de 2012

Cuando la realidad y la fantasía se cruzan


Detalle: mientras hacía el postre, algo ocurría a mis espaldas. Algo como esto:

Gato vecino! Gato callejero! Pretende entrar a mi casa y vivir en ella. Pero no puedo. Los míos tomarían medidas espantosas sobre mí

 Definitivamente, es una versión real de

.


Bueno, últimamente he estado de vago. O haciendo comida más bien funcional, sin gracia, vamos que no vale ni la pena mencionar.
Con los restos de una bolsa de leche de Dios sabe cuándo, un poco de azúcar y un sobrecito de Nescafé, me las ingenié para un postrecillo de caramelo. Es rico, y te salva ese postre que es tan necesario como rico.

Un caramelo, como fondo, mientras se hace el coso...
No se ve, pero pateo gatos mientras revuelvo.
 
La idea funcionó. Cuando enfríe, se mezclará. El cafecillo va por arriba, para que tenga un poco más de espíritu invernal.
Voilá! Listo para enfriar. 

No es mucho, pero es lo que hay. Nada mal para un sábado al medodía, no...



martes, 17 de julio de 2012

Les Paul, (1915-2009) fue uno de los más grandes guitarristas de jazz de su momento. Bueno, eso es mentira, porque más grandes hay muchos por encima de él. No sé si tanto mentira o "no tan verdad". El tema es que es un tipo que tocaba muy bien, y sobre todo, diseñó un modelo de guitarra eléctrica que para mí es la fusión perfecta entre buen gusto y técnica: la Les Paul. Un genio, hasta en la elección del nombre.
Acá dejo su versión de Sleepwalk, un temita que me llega a las fibras más jodidas. El tipo ya estaba medio viejecito, pero se defiende muy, muy bien.

Bienvenidos! Este es un blog que pretende sacarme de mis casillas. Esto es, salir de la rutina aburrida del trabajo y la vida cotidiana. Como su nombre indica, la idea es compartir un poco sobre comida, buena música y los gatos... 
Por motivos que aún no entiendo, siempre asocié -y creo que mucha gente- a los gatos con el jazz. Debe ser por lo felino de las armonías. Bueno, ya veo que uno no puede escapar de las metáforas raras para explicar lo inexplicable. 
¿Y la comida? Bueno,  no se lo digan a nadie, pero creo que es mi verdadera vocación. Tiene mucho de estructurado, pero también de irreflexivo. Veremos qué podemos hacer...
Buen apetito!